Ulises Paniagua (México, 1976). Narrador, poeta y dramaturgo. Ganador del Concurso Internacional de Cuento de la Fundación Gabriel García Márquez, en Colombia (2019). Incluido en la antología internacional bilingüe “Puente y Precipicio”, publicada en Rusia, bajo la selección de Natalia Azarova y Dmitriy Kuzmin (2019). Es autor de dos novelas, nueve libros de cuentos y seis poemarios. Es parte del catálogo de autores del INBAL. Es director, creador y fundador del Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía y el Festival Poesía por el Agua (respaldados por el Fondo de Cultura Económica). Director de la Colección Digital de Terror en Editora BGR (España).

Ulises Paniagua: Dos fragmentos luminosos y sombríos a la Ciudad de México.

.

*

NOCTURNO DE COYOACÁN

Canto a ti, hermoso, profundo lugar de los coyotes

breve capital de la Nueva España

espectáculo de domingos urbanos

la más virreinal de las mansiones

Yo, de corazón tepaneca

de infancias y adolescencias

entre campos de futbol nada floridos

Yo, que he conocido hiladas e hilas de departamentos grises

te guardo como un segundo pulmón que alimenta

en sus inhalaciones

la más profunda y tierna memoria

A ti te canto, recinto de Xochipilli

refugio de Fridas y Diegos,

tumba de Trostsky

A ti, afán popular

cantina pública de mirreyes y no tan mirreyes

misterio cuasi cervantino

Lo confieso

Entre tus estrechos callejones he buscado

espíritus a la fronda de un árbol de aguacate

He sido parte de un suave terror antiguo

y de inocencias

Casa de los mexicas

Casona de Hernán Cortés

y de sus hijos

Reino de árboles grandes, viejos

de muros de volcánica piedra y jardines

Reino de pequeños, misteriosos paraísos

Refugio de la histeria del furor chilango

En tus callejones amé

Fui abrasado por la fiebre de los cuerpos

Fueron tus calles, pacíficas, mi cobijo

Lugar de comunión de ricos y pobres

Lugar de distanciamiento entre pobres y ricos

Coyoacán colonial

Coyoacán prehispánico

Galería posmoderna

Casa de piedra y lumbre

Gran teatro

Escenario de la agitada Ciudad de México

Kisoco, jardín, coyote, restaurante, fuente

librería, cerveza, taller literario

Y lluvia

Mucha lluvia con efecto hipnótico

A ti te hablo, fortaleza, alma del Indio Fernández

cuna del corazón de Buñuel, de Dolores del Río

maestro de Salvador Novo

y Jesusa Rodríguez

Retablo virreinal de indígenas amores,

teocalli de monjes insumisos

A ti te hablo, luz de nuestra historia

de rincones infinitos,

hostal de hípsters,

parachoque contra el huracán contemporáneo

refugio del hippie casi extinto

A ti te debo la literaria libertad que resguardo

A ti, el silencio entre mi ritmo

Edén de viejas cocinas, fogón de almas solitarias

Catálogo de chimeneas

Interactivo menú de leyendas

Aposento de monjes

Responso

Yo, el más tepaneca de aquellos jóvenes,

el más florido,

a ti, antiguo Coyoacán te escribo

—lugar del hogar y del trueno—

con la melodiosa voz de la memoria.

**

II

Luminosa y sombría es, señoras y señores, la periferia de la Ciudad de México

Multifuncional o polisémica, camaleón y multiverso

Sombra o refugio

Hervidero de personas a paso presuroso

Poliedro proletario con antiguo olor a leña en terreno baldío

Lugar donde combaten, cada noche, las deidades del fin del mundo

Asombrosa y oscura es la periferia de esta ciudad de espanto

Gran orilla, cáncer benigno, hongo urbano

inagotable palacio de mercados y mercados sobre ruedas

Desfile de azoteas de concreto con tiernos o bravos perros

con sus “cuartitos infinitos”, sus balones desinflados

Maravillosa y pobre es, oh, caballero, damita

el extenso reino de los tinacos

Salvaje y bella tras el malestar de su eterna prisa

Brutal y festiva en jornadas de viernes o euforia sabatina

Estoica, fulgurante, enorme es, oh, mexiquenses

hidalguenses, gente de Morelos, esta multiplicación de voces

la gritería en cerros donde corren las lluvias como ríos

Este subir y bajar en funiculares: vida arriba, vida abajo

Extraña y única es, en su longitud, su anchura

la acrópolis de la autoconstrucción y los microbuseros asaltos

Dura e infinita es en sus centrales de abastos, de asbesto

en los miles de camiones de carga en las arterias

en sus filas y filas, interminables, de fachadas de cemento

Salsera es. Eco de cumbia. Corrido alterado

Fiesta sonidera de inextinguible vigor

como llamarada de infierno

Honda y funesta en sus largas cuadras de penumbra que fueron pasto

y hoy son fábricas y fábricas y fábricas

o esquinas ocultas que recorren, bajo capucha y sospecha

potentes o siniestras motonetas

Anchos y oscuros son sus bordes, urbe en metástasis

Estrechos los callejones con escalinatas

donde abundan las tienditas caguameras

Rampas que conducen a mucho o ningún mañana

Coladeras destapadas bajo un pulso a ciegas

Larga y suicida es la periferia del antiguo gran Distrito

Compleja en sus laberintos de transporte

En su “súbale, súbale”, y bájele corriendo

En el aterrador “a ver, ya se la saben”

En el que asaltante que sufre, de vez en cuando

la furia de Fuente Ovejuna que lo deja como Santo Cristo

Distinta es la periferia de la de la bella Desmadrópolis

Animal al que le brotan estados como tumores de asfalto

Torvo y difícil es el vacío de kilómetros y kilómetros

que se va tragando el concreto

La crudeza de los malogrados planes

Ese futuro que nunca tuvo futuro, pero aprendió a construirlo con oficio

Múltiples y eternos los tenis que cuelgan en los cables

como recordatorio de una memoria sin nombre

Brillantes y expresivos los grafitis

en puentes y paredes

que conforman la inmensa galería con nombre calle

Indispensables, los manchones de óxido bajo cualquier parte

las cueterías nocturnas en días festivos

los socavones: pozos al ineludible inframundo

Periferia adentro habita la vida con ropas de muerte

Periferia adentro también se respira gozo

Transmutación, metáfora entre lo alegre y la sobrevivencia

a la periferia le brotan perros y más perros por la cuadra

le nacen pisos y más pisos entre varilla y concreto

Aquí se sobrevive con prisa, oh, carnales y mijos.

Sorprendente y contestataria es la periferia de la Ciudad de México

La antigua provincia

Rostro de pueblos originarios invadidos por la voracidad inmobiliaria

Pequeña patria que alguna vez fue campo, que fue bosque

Bastión de los inconformes

Su sabor a cumbia y lodo que se va quedando lejos

como las “riquezas” de esta tierra ya sin tierra

Acá la periferia también es centro

En la periferia

la ciudad se hace de abajo hacia arriba

y se desborda, cada noche, por los lados

Acá el centro está donde uno se sitúe

Aquí los cacharros se venden en autopartes

Este es un monstruoso autocentro clandestino

territorio que, de tanto contrabando sin destino

se volvió territorio de pequeños o breves narcos

Ruda y compleja es la periferia

que duerme a las 4:30 am y despierta a las 4:31 am

Agitada, obrera, infatigable

hija de la manufactura

región godínez en sus diarias excursiones hasta el centro:

chulada de sitio, presagio de caos, eterna espera

Orilla polisémica: límite y destino

Luminosa y sombría es, oh señoras y señores

la madre de los pobres y contados ricos

oficio de chofer, o de intendencia, pero a la par mansión sofisticada

Ruda y extraña es la orilla de la ciudad de los palacios

Intrincado laberinto de puestos ambulantes

mapa de dealers custodiados por guaruras de barrio

caudal de depósitos veinticuatro por veinticuatro

Afrodisiaca en sus antros legales o ilegales

Extrañamente sensual y barullo de crimen es

señoras y señores

el Valle de México

Ominoso en sus burdeles secretos

en sus peleas de perros

en las carreras clandestinas sobre las avenidas y los periféricos

Portentosa en sus prodigios de violencia o de ternura

Magnífica en la verbena, engañosa en su modestia

Casa de San Judas

y la Santa Muerte

Bella

Criminal

Absoluta

Fragmentada

Familiar

y buena amiga

Extensa, compleja e indistinta es, oh, chilangos y anti-chilangos

esta selva de caseríos que llamamos orilla

Franca y ruda, ay, camioneros, intendentes u oficinistas

Luminosa y sombría es la perpetua periferia de la Ciudad de México.

Poemas del libro “Luminosa y sombría”

Ulises Paniagua (México, 1976). Narrador, poeta y dramaturgo. Ganador del Concurso Internacional de Cuento de la Fundación Gabriel García Márquez, en Colombia (2019). Incluido en la antología internacional bilingüe “Puente y Precipicio”, publicada en Rusia, bajo la selección de Natalia Azarova y Dmitriy Kuzmin (2019). Es autor de dos novelas, nueve libros de cuentos y seis poemarios. Es parte del catálogo de autores del INBAL. Es director, creador y fundador del Coloquio Internacional de Poesía y Filosofía y el Festival Poesía por el Agua (respaldados por el Fondo de Cultura Económica). Director de la Colección Digital de Terror en Editora BGR (España). Ulises Paniagua: Dos fragmentos luminosos y sombríos a la Ciudad de México.