PERSEIDAS
Te he visto llorar.
Jamás había contemplado
Una lluvia de estrellas que doliera tanto.
NO SÉ DECIR ADIÓS
No sé nada.
Ni si estoy sana, ni qué edad tengo,
ni dónde viví antes de pertenecer al viento.
No sé despertar sin frío
ni sentirme aturdida,
o de otro planeta, de otro escenario.
Hija de otras tierras,
de otro tiempo.
No sé definir abrazo sin pronunciar tu nombre.
No sé decir adiós con la misma mano que una vez
acarició el cuerpo que se aleja.
NATURALEZA DESPISTADA
A veces se equivoca la noche
y nos sitúa en ciudades distintas.
Y mi cama es un patio andaluz sin flores.
A veces avanzan separadas tu noche y la mía.
Y yo no sé qué hacer con esta vida a medias.