Cuando mi abuelo comía higos
era como un sueño
los dedos manchados
sobre el plato
agosto
el sol
volvía transparente el agua
de la piscina
he olvidado por completo
su voz,
a veces imagino que vuelve
de cuclillas
enciende el fuego
volcado hacia el vacío
mi hermana y yo
miramos su figura
de espaldas
le pregunto en nuestra lengua
què diries ara?
olivo
atardecer
pino
casa
no hi ha res més després de sa mort
només noltros una altra vegada
dejo dos plantas
sobre la tumba
con un trapito,
cuidadosa
quito el polvo
de su nombre
tomo notas para él
como si pudiera ver algo
un pedazo de cielo
sus ojos
cada árbol plantado
tierra adentro
ahora lo sé
mi abuelo está más vivo
en la escritura
de lo que estuvo
en la vida.
.
.
Vivíamos el tiempo
del verano
dentro del agua
como anfibios
transparencia
límite
cicatriz
medíamos la fuerza
buceando
decíamos
a ver quién puede volar
el deseo siempre
ser otra cosa:
un animal
algo poderoso
cruzar la frontera de la edad
hacer magia
aferradas a ese amor
uno precoz
de esos que todavía no está tocado
ni siquiera por la vida.
.
.
Fuimos a dejarle flores
al abuelo
su tumba un misterio dorado
compré dos plantas
de esas que tardan en morir
limpiamos su nombre
con un susurro
dije algo
que olvidé enseguida
él dejó de visitarme
en sueños.
.
.
Abuelo: no voy a decirte
hay arena
bajo tu nombre.
.
.
Te miro
al fondo del jardín
rodeado
por una atmósfera amarilla
sentado en la quietud
a punto de hablar
cayendo de un árbol
¿qué son tus manos?
signo abierto
hueco de luz
ahí estás agachado
como un niño viejo.
.
.
Solíamos bucear
con los ojos abiertos
así aprendimos a ver
el contorno fugaz
de las cosas.
.
.
La vajilla de la madre
de la madre
de mi madre
el cuadro
de naturalezas muertas
los sillones cubiertos
con sábanas
como animales
escondidos
muebles grandes
pequeños detalles
figuras de porcelana
un frasco con bolitas
de anís
algunas cosas solo pueden verse
con los ojos dices
como una invitación
recorro la casa
sin verla
organizo el dolor
para trascenderlo.
.
.
Escribo
cada parte que ilumino
brilla un segundo
y se apaga
quiero la casa
de los veranos
en cambio tengo
su borrado perfecto.
.
.
Voy a intentarlo
hablarte directamente
perdón
voy a intentarlo
abuelo, a ti
l’avi, a tu
iai
perdón, ¿ya nacimos?
la casa dejó de existir
ya no puede dolerte
sin embargo
tus nietas conjuran
la paz que te duerme
se lamentan despacito
a veces
nosotras, perdón
nos lamentamos
decimos: ay, la casa
fue bonita
qué pena, iai
el olivo que plantaste
lo arrancaron
los pinos
el ficus
se fueron las tortugas
campo adentro
ya nadie roba los higos
ya nadie los ofrenda
l’avi, tú
te hablo en sueños
¿cómo es posible?
en la lengua de tus padres
de tus hermanos
que no fue la nuestra
esa ternura incluso
de regañarnos
en menorquín
aneu a nadar!
apagueu aquesta tele!
abuelo
figura borrada
voz sin fondo
te pongo flores
como si te hablara
palabritas que viven
con el riego
un ritual de quererte cuando ya no estás.