Jaime García Maffla (Cali, Colombia, 1944). Se destaca como uno de los poetas más prominentes de la Generación sin nombre, un grupo de escritores colombianos reconocidos por su diversidad estética y su rechazo a las etiquetas y las modas literarias. A lo largo de su trayectoria, García Maffla ha publicado más de veinte libros de poesía y ensayo, donde se aprecia su formación filosófica y su pasión por la literatura hispánica, especialmente por Miguel de Cervantes Saavedra, a quien considera un experto estudioso. Su carrera literaria comenzó bajo la influencia de los poetas españoles de la Generación del 27 y del Hermetismo italiano de entreguerras. Su primer libro, «Morir lleva un nombre corriente», fue publicado en 1969 y ya mostraba su interés por los temas de la muerte y el sentido de la vida. En 1972 fundó, junto a Mario Rivero, Giovanni Quessep y Fernando Charry Lara, la revista de poesía «Golpe de Dados», que se convirtió en un referente de la poesía colombiana contemporánea. La poesía de García Maffla se caracteriza por su rigurosa forma, su tono reflexivo y existencialista, su ironía y su alusión a la tradición literaria. Algunos críticos han señalado que su obra se inscribe en una línea clásica y humanista, buscando la sacralidad del lenguaje y el equilibrio entre el pensamiento y la emoción.

Jaime García Maffla: Yo no imagino la inexistencia sin poesía.

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LA POESÍA

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No haces ya los versos,

no los haces.

Tal vez la poesía

sea sólo una forma de señal

de los atardeceres de tu alma.

Más no compones,

ni dices ni callas.

Tal vez por compañía

has de tenerla,

o por consolación

que es vana estadía la tuya en las palabras,

como tu paso,

si es que dejas huella.

Acaso un recuerdo, o un amor, o un adiós,

pues ya no sabes

en cuál lugar de ti estás ahora.

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VOLUNTAD DEL JUGLAR

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Sea la inexistencia

Que mi ser todo desaparezca

Que no quede huella de mis escritos

Memoria de mis actos

Rastro de mí

Semilla o fruto de mis pensamientos

Que mi nombre se hunda en el olvido mi alma en el no ser

Mi vacío en el vacío universal

Como se han ido ya mis horas

Así se seque el cauce de mi sangre

Ay que huella no quede de mis pasos

Ni eco de mi voz

Ni sombra de mis cosas

No se guarde de mi ni la nostalgia

Así sea en una urna

Borrada de los lienzos toda imagen

Que los espejos ya no me reflejen

Y si algo quedare

Sea pues de mi ser lo que no ha sido.

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RECONOCIMIENTO

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Los ojos que me miran desde un cristal imaginario,

Evocando los rasgos que tuviera un día,

Nada tienen que ver o saben del final que me

aguarda

Y no imagino.

Sin embargo,

Cuando lunas y soles hayan cumplido con su

tránsito,

Y de la memoria hayan partido imágenes y sueños

eternos,

Quedarán,

Como la parte mía no encontrada, los ojos que me

miran.

Jaime García Maffla (Cali, Colombia, 1944). Se destaca como uno de los poetas más prominentes de la Generación sin nombre, un grupo de escritores colombianos reconocidos por su diversidad estética y su rechazo a las etiquetas y las modas literarias. A lo largo de su trayectoria, García Maffla ha publicado más de veinte libros de poesía y ensayo, donde se aprecia su formación filosófica y su pasión por la literatura hispánica, especialmente por Miguel de Cervantes Saavedra, a quien considera un experto estudioso. Su carrera literaria comenzó bajo la influencia de los poetas españoles de la Generación del 27 y del Hermetismo italiano de entreguerras. Su primer libro, «Morir lleva un nombre corriente», fue publicado en 1969 y ya mostraba su interés por los temas de la muerte y el sentido de la vida. En 1972 fundó, junto a Mario Rivero, Giovanni Quessep y Fernando Charry Lara, la revista de poesía «Golpe de Dados», que se convirtió en un referente de la poesía colombiana contemporánea. La poesía de García Maffla se caracteriza por su rigurosa forma, su tono reflexivo y existencialista, su ironía y su alusión a la tradición literaria. Algunos críticos han señalado que su obra se inscribe en una línea clásica y humanista, buscando la sacralidad del lenguaje y el equilibrio entre el pensamiento y la emoción. Jaime García Maffla: Yo no imagino la inexistencia sin poesía.