.
*
Hay una cosa que es peor que la muerte: el miedo a morir. Para eliminar este miedo te invito a pensar en la manera en que te duermes.
Lo que sientas, pienses, o imagines, sin que te des cuenta se esfuma, y te sumerges en el sueño profundo.
De pronto te despiertas, sin tener ninguna idea de cuánto tiempo has dormido, puede ser minutos o muchas horas. Para saberlo tienes que consultar un reloj.
Así llega la muerte: sin que te des cuenta te sumerges en una especie de nada. Si no hay una vida más allá, no te dolerá en absoluto, disuelto en la paz impersonal. Si hay otra vida, apenas cierres tus ojos por última vez, aunque hayas estado muerto mil años los abrirás como si hubieras dormido sólo un segundo.