Gabriela Mistral (Vicuña, Chile, 1889 - 1957). Fue poeta, diplomática, profesora y pedagoga chilena. Por su trabajo poético, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945. Fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un Premio Nobel. Entre sus obras destacan Desolación, Tala y Lagar.

Gabriela Mistral: Aprendí a quererme con ganas.

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SÓLO SÉ CÓMO SE LLAMA

Que si nació hoy, que si nació ayer, que si nació aquí, que si nació allá. Que si murió a los 33, que si murió a los 36. Que cuántos clavos, que cuántos panes y pescados. Que si eran reyes, que si eran magos. Que si tenía hermanos, que si no tenía. Que dónde está, que cuándo vuelve.

Yo lo único que sé es que… A mí me tomó de la mano cuando más lo necesitaba.

Me enseñó a sonreír y a agradecer por las pequeñas cosas.

Me enseñó a llorar con fuerzas y a dejar ir.

Me enseñó a despertarme agradecida, saludando al sol y a acostarme con la cabeza tranquila.

A caminar muy lento y muy descalza.

Me enseñó a abrazar a todos y a abrazarme a mí.

Me enseñó mucho, me enseñó todo.

Me enseñó a quererme con ganas. A querer a quien está al lado y a darle la mano.

Me enseñó que siempre me está hablando en lo cotidiano, en lo sencillo, a manera de mensajes y que para escucharlo, tengo que tener abierto el corazón.

Me enseñó que un gracias o un perdón lo pueden cambiar todo.

Me enseñó que la fuerza más grande es el amor y que lo contrario al amor es el miedo.

Me enseñó cuánto me ama a través de mil detalles.

Me enseñó que los milagros sí existen.

Me enseñó que si yo no perdono, soy yo la que se queda prisionera, y para perdonar primero tengo que perdonarme.

Me enseñó que no siempre se recibe bien por bien, pero que actúe bien a pesar de todo.

Me enseñó a confiar en mí y a levantar la voz frente a la injusticia.

Me enseñó a buscarlo dentro y no afuera.

Me deja que me aleje, sin enojarse. Que salga a conocer la vida. A equivocarme y a aprender. Y me sigue queriendo, cuidando y esperando.

Hasta me dejó aprender de otros maestros sin ponerse celoso; porque es de necios no escuchar a todo el que habla de amor.

Me enseñó que sólo estoy aquí por un tiempo, y sólo ocupo un lugar pequeño.

Y me pidió que sea feliz y viva en paz, que me esfuerce cada día en ser mejor y en compartir su luz conociendo mi sombra, que disfrute, que goce, que ría, que llore y que valore, que Él siempre va a estar conmigo… que, aunque dude y tenga miedo, confíe, ya que esa es la fe, confiar en Él a pesar de mí…

Sólo sé cómo se llama… se llama Jesús.

Gabriela Mistral (Vicuña, Chile, 1889 - 1957). Fue poeta, diplomática, profesora y pedagoga chilena. Por su trabajo poético, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945. Fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un Premio Nobel. Entre sus obras destacan Desolación, Tala y Lagar. Gabriela Mistral: Aprendí a quererme con ganas.