Los dejamos con la primera colaboración en Vislumbre de la poeta mexicana Ada Asurim, quien obtuvo el Segundo Lugar en el Primer Concurso de Poesía del Africa Center México.
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CUERPO ERRANTE
En los casos en que no hay fuerza de gravedad que influya, se considera al cuerpo celeste como un “cuerpo errante”
que vaga por el espacio, sin órbita alrededor de ningún astro”
Enciclopedia Conceptos
Dependo de tu órbita
del sol, de Arce, de tu cuerpo rocoso que me acaricia con su suave luz.
Pero sólo es la ilusión que reflejas.
Desde la vastedad de tu sombra que cubre la Tierra
me mantienes vagando
por las grietas que separa tus piernas de las mías.
En el centro; la noche oscura llena de incertidumbre
por el fanatismo que cubre tus pies.
Y sin gravedad tu cuerpo se aleja del mío.
Despertamos con miedo nos olvidamos
por el hastío que causa tu indiferencia.
El aliento que la noche deja tras tu visita
destruye el tono oscuro de mi sangre
y aclara el pensamiento sobre mí.
Otro cuerpo errante.
Porque no se reconocen
objetos sin forma que se construyen
de fragmentos de otros cometas.
No orbitan.
Porque se complacen
con el simple pasar del tiempo en otra masa sin peso.
Tal vez Dios se equivocó al nacer.
Caliente
a la mitad de la nada
y sin rastro, cierro los ojos y amanece.
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A MEDIA LUZ
Inspirado en el poema de Idea Vilariño
Te estoy llamando amor desde el tiempo que no tengo,
desde el sol que cubre mi piel cada día porque te pertenezco.
Te estoy llamando, vida mía
para ser en ti todo lo que quieras, en invierno o en primavera,
a la izquierda o derecha de tu padre o madre.
Te estoy llamando
desde el secreto que guardo
en una caja de cartón al fondo del closet.
Mi pecho grita tu nombre
cada noche para conciliar el sueño,
y si con suerte,
yo soñara con el lunar que adorna tus labios,
sin reserva soltaría el miedo.
Te estoy llamando amor desde la osadía que no tengo,
pero que me invento
para poder acariciar un poco de tu silencio
y acompañarte desde mi cielo hasta tu infierno.
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CORAZÓN ARTRÍTICO
Me rindo ante ti todo el tiempo
disfruto de tu exquisito sabor a miel
que se apodera de mis entrañas
y empapa así la fruta prohibida.
Me hinco para venerarte el miedo pan de cada día
abandóname de noche o en tardes con niebla.
Todo el tiempo, como sombra aunque no te invoque
dulce y eterno cortejo.
La carne siempre el plato fuerte
que se mastica con la boca abierta
para escuchar del placer que la Iglesia no permite
entonces,
¿Cómo se siente?
Ser la moneda de cambio de nuestros antepasados
ser el Cáliz que pruebas de mi boca
para responsabilizarte a ti de todas mis culpas.
Sin restringirme, caigo placentera en el pecado capital
que se encuentra en tu entrepierna
cierro los ojos y guardo silencio…
Te acercas, con el sabor amargo de tu piel morena
con el cítrico aroma que tus brazos envuelven en mi cintura
y la descarga de adrenalina que escolta el sentimiento de cobardía.
Como si practicara braille
mis dedos experimentados van recorriendo virtuosamente
tu espiral centro de la Tierra
memorizando cada rincón de tu cuerpo.
Saboreando la pulpa rojiza de textura rugosa
perdiendo de vista la delgada línea del tiempo.
¡oh! Sacrosanto espíritu del vino vuelve a mí, te lo suplico.
Porque cuando tus bondades bendicen mi alma
el mapa de tu sombra va guiando mi cuerpo
a lugares más extrovertidos.
Aprovecho la temporada
para saciarme la sed y vestirme de brillantina
pero el miedo se ve así:
frío, solo, húmedo
a la intemperie… te paraliza.
Con la piel verde, morada o azul
te muerdo hidratado o en almíbar.
Inhóspito camino al placer
deseando comer todo a su alcance
y fuera del clóset con sabor a chocolate
inasequible mujer,
apiádate de mí dulce musa de mi ser.