Les dejamos tres poemas del poeta puertorriqueño Andrés Alfonso Lugo Cruz, quien recientemente estrenó su libro «Anteceder Existencias», publicado por la magnífica editorial peruana Santa Rabia Poetry. Aquí una muestra de su lírica.
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Podrás resoplar ante mí
pedazos equidistantes ensimismados
de un mar sin sonido
de un cuerpo en silencio
de un estallido no estridente pausado
sin capas sonoras, desdoblado.
Podrás resoplar ante mí
palabras vagas sin significancia
de un lenguaje animal inadvertido.
Resoplar despedazando lunas
como sacramentos ociosos,
como calamidades infinitas.
Hasta que algún día podrás
― sin tener que resoplar―
alcanzar la pausa,
empujarme hacia la inconsciencia,
mostrarme el jamás,
cabalgar tranquilo hacia el mar.
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Pensar el tiempo, formas de eternidad
vacíos, fluir, acudir al silencio de Proust,
estudiar las periferias universales,
en malabares sacudirse las circunstancias,
volver al porqué mientras
un poeta como dios me atrapa
para volver a pensar el tiempo.
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Vamos a hacer un silencio
Caifanes
Llevo tiempo preguntándome a mí mismo
cómo desertar desde el silencio
Cómo puedo desvanecerme desde ahí,
iniciar nuevas búsquedas,
reencontrarme, recorrer grandes espacios.
Propongo que el silencio sea esencial,
que sea una textura que se pueda acariciar,
que produzca un poder inmenso,
que me conduzca a hermosos
y alucinantes encuentros con mis libros.
Me pregunto cómo desertar desde el silencio
y usarlo como amuleto de entendimiento y reflexión,
como impulso para construir unos cuantos versos,
usarlo como escudo y protección
ante el mundo, como un instrumento
capaz de construir un nuevo lenguaje
que crece y se reproduce cada vez que parpadeamos.
Que junto al sol sea la fuerza en resistencia
creadora del acceso total al conocimiento
que desde un solo momento
o fragmento de tiempo pueda en ráfagas
de un suave viento producir la felicidad de la vida.