NO PRONUNCIO EL VÉRTIGO
en el que se acuna
esta mirada ciega
única región de mi lenguaje.
Aquí pinto jeroglíficos,
el miedo devora
a la espina,
otra con memoria afilada
emerge de tu aliento,
multiplicas las sequías
y el abandono.
Balbuceo ausencia al oído
de la piedra;
en el pecho de su dolor prehistórico,
y en mis arterias
cantos rupestres
son mancillados.
Dibujo una jaula
y aparece tu rostro
indescifrable
como una lengua muerta
que sólo habla mi dolor.
.
.
DESPUÉS DE LA RABIA
la lava de los volcanes
se hace rocío,
los vocablos se acurrucan en el silencio,
mares ficticios quiebran el lenguaje.
Después de la rabia
los puertos se abren
al dolor de la memoria.
Después de la rabia
preparo mis piernas,
mis brazos,
los vuelvo leves,
para atravesar la ira,
salir de ella,
bañar mis ojos.
.
.
SI EL CORDÓN UMBILICAL FUESE UNA PUERTA
la abriría para despojarme
de mí misma,
ciudades enteras se atoran
en las branquias,
hastío de ser puerto
en el que desembarcan retinas.
Antes de que el mar fracture la mirada
habrán legado a sus hijos
la herencia de atracar en puertos
donde no caben sus ojos,
les contarán historias de este otro lado del mundo:
“Al otro lado del mundo,
los volcanes hablan,
hay una mujer cubierta de ceniza
con un hueco en el vientre
para los extranjeros,
al otro lado de mi mano,
una mujer invisible
afila la tierra
con sus aguas”
Ofrendo esta cartografía del cansancio,
que nadie conjure mi nombre
si no es para decir:
“al otro lado del asombro,
una mujer en estado sólido
se oxida en los párpados de un ángel”.
.
.
MUSICAS
I
Ansioso de leche
el niño busca el pecho de la madre
y encuentra el latido del corazón.
Ahora el niño ya no busca el seno
porque la canción anudada en las venas
adormece su hambre.
.
.
II
Cada que madre pestañea
un tigre es cazado,
el niño lo sabe
por el aullido mudo
que envuelve a todos
cuando otro animal muere.
.
.
DE ESTAR A LA INTEMPERIE
las líneas de las manos han cambiado
y sobre el cuerpo se vierte un río
con heridas abiertas.
Los labios no besados
son palabras inmóviles,
la piel no tocada
es laberinto erigido en el misterio.
Cada derrota ha bautizado el mito
con el nombre de la ausencia.