El poeta mexicano Javier Gutiérrez Lozano anuncia la llegada de Fundación Gutiérrez Lozano, una fundación enfocada al impulso de autores, creadores, y al fomento de la cultura en México y el mundo.
Uno de los valores más importantes con los que crecí, fue el de la empatía que siempre se construía de la mano de la solidaridad. Así crecí, en un hogar donde nunca sobró nada, pero siempre había espacio para quienes lo necesitaran. En nuestra casa siempre comió el que tenía hambre, se resguardó al desprotegido y se escuchó al que urgía de palabra. De misma manera, los miembros de mi familia siempre ofrecieron agua al sediento y pan al hambriento, sin importar si era mujer, hombre, niño, anciano o incluso cualquier animal. En nuestra familia nunca se ha ayudado dependiendo el dogma, la raza o el idioma, sólo se ha practicado con la única fe de ayudar.
Por suerte, esa tradición se ha heredado en esta nueva familia que he conformado con una mujer maravillosa que es mi esposa, quien siempre ha tenido ese noble corazón solidario, y mis hijos a quienes les inculcamos diariamente el ejercicio de la empatía a partir de la sensibilidad y la imaginación, como bien lo dictaran los románticos del siglo XIX. Pero nuestro sueño es llevar esta ayuda y compromiso más lejos todavía de lo que nuestras generaciones previas han llegado.
Y cuando se trata de sueños, no puedo dejar de hablar sobre aquel sueño que tuve desde niño, y que con el paso del tiempo fue clarificándose con el propósito de hacerse cada vez más real. Con aquel sueño me refiero al de ser escritor, puesto que, no muchos de ustedes saben que, desde mis apenas ocho años, yo jugaba a escribir pequeñitos libros que redactaba, maquetaba, engrapaba y recortaba, soñando algún día hacerlo de manera profesional. No obstante, este sueño que trabajé a través de la ilusión quizás desde mi infancia, no iba a ser posible sino hasta llegados mis veintes, cuando comencé logrando publicaciones efímeras en blogs, revistas, periódicos, antologías, hasta llegar a publicar mis primeros libros.
El día de hoy que miro en retrospectiva todo el tiempo transcurrido, me doy cuenta que el haber conquistado el sueño de ser escritor fue íntegramente posible gracias a diversos factores que me permitiré enlistar:
- La construcción de un sueño y nunca dejar de soñar para siempre alimentar aquella ilusión de lograrlo.
- La pasión necesaria para nunca desistir y trabajar todos los días en conquistar ese sueño.
- Y la mano amiga de aquellos que, habiendo logrado previamente ese sueño, me tendieron su ayuda desinteresada y sincera, para poder entonces construir ese camino con rumbo a cumplir mi propio sueño.
No tengo la menor duda, que ese tercer punto enlistado, no solamente me acompañó en ilusión, también lo hizo a manera de guía en un camino oscuro que no conocía, y que también, me fue abriendo puertas que, sin la bondad de aquellas manos, tengo certeza de que nunca se habrían abierto para mí. Para mí es muy claro, que sin aquellas personas que creyeron en mí cuando apenas comenzaba en este andar, nada de lo poco o mucho que he podido lograr, habría sido siquiera posible. Ellos saben muy bien a quiénes me refiero; personas a las que les estaré eternamente agradecido toda mi vida.
Así pues, me detengo en este punto para hacer énfasis en la importancia de esa mano amiga, y arrojo entonces las siguientes preguntas: ¿qué habría pasado sin que en mi camino hubiese existido esa guía? ¿habría podido cumplir mi sueño de ser escritor sin la ayuda de quienes confiaron en mí desde un principio? Tengo plena seguridad de que la respuesta sería un rotundo NO. ¿Qué habría pasado con mis sueños? ¿Qué pasará con todos los sueños de aquellos que también desean dedicar su vida a la literatura, al arte y no tendrán la fortuna de hallar una mano amiga que los guíe por esos caminos inciertos y llenos de tumbos debido a la difícil situación (social, económica, política y particular) que que nos rodea? ¿Desistirán? Quizás la mayoría tristemente lo haga, considerando que el éxito en el mundo artístico y cultural es particularmente difícil de alcanzar en nuestra realidad mundana y desvalorizada.
Es por ello, que he decidido, junto a mi familia y mi equipo de trabajo, iniciar esta fundación que lleva mis apellidos para honrar a todos mis ancestros que destinaron su vida al altruismo, y que tiene como propósito, impulsar autores nacionales e internacionales, así como difundir la cultura y el arte, dentro y fuera de nuestro país. Y no solamente entregar todos nuestros esfuerzos a esta vertiente que hemos decidido salvaguardar, también deseamos que esta ayuda y altruismo que brindemos no se limite a nuestra propia fundación, también que podamos extender estos horizontes acercándonos a otras fundaciones de cualquier índole, con el único objetivo compartido de ayudar y seguir ayudando. ¿Cuál es entonces nuestro sueño como fundación? Ayudarte a cumplir los tuyos.
Fundación Gutiérrez Lozano es el inicio de un sueño compartido, el proyecto personal más importante de mi vida, que necesitará de la ilusión implícita en sueños de otros que como yo, miran el arte y la cultura, como el motivo más grande para disfrutar la vida, incluso para salvar nuestras vidas y las de muchos más.
¿Te aventuras a soñar conmigo y con nosotros? Nuestro sueño es soñar contigo.
Mantén tu ilusión cerca, que muy pronto traeremos para ti noticias y sorpresas. Mientras, muchas gracias por creer en nosotros tanto como siempre has creído en mí, y yo en ti. ¡Gracias!
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Atte: Javier Gutiérrez Lozano