Jon Fosse (Haugesund, Noruega, 1959). Es escritor y dramaturgo. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 2023. Ha escrito novelas, cuentos, poesía, libros infantiles, ensayos y obras de teatro. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas. Es ampliamente considerado como uno de los más grandes dramaturgos contemporáneos del mundo.

Jon Fosse: Lo desconocido existe eliminando las diferencias.

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EL ARTE ES PAZ

Cada persona es única y, al mismo tiempo, igual a todas las demás. Nuestra apariencia física y exterior es diferente de la de los demás, por supuesto, y eso está muy bien, pero también hay algo dentro de cada uno de nosotros que pertenece sólo a esa persona, que es sólo esa persona. Podemos llamarlo su espíritu o alma. O podemos decidir no etiquetarlo con palabras y dejarlo en paz.

Pero, aunque todos somos distintos, también somos parecidos. Las personas de todas partes del mundo somos en esencia similares, no importa el idioma que hablemos, el color de piel o cabello que tengamos.

Es posible que esto resulte paradójico: que seamos completamente iguales y totalmente distintos al mismo tiempo. Tal vez las personas sean paradójicas por naturaleza, ya que al unir cuerpo y alma englobamos tanto la existencia más terrenal y tangible con algo que trasciende esos límites materiales y terrenales.

El arte, el buen arte, logra combinar lo totalmente único con lo universal a su maravillosa manera. Nos permite entender lo diferente, lo extranjero para decirlo de alguna manera, como universal. Al hacerlo, rompe las fronteras entre idiomas, regiones geográficas y países. Reúne no sólo las características individuales de cada uno, sino también, en otro sentido, las características individuales de cada grupo de personas, por ejemplo, de cada nación.

El arte no hace esto eliminando las diferencias y haciendo que todo sea igual, sino, por el contrario, mostrándonos lo que es diferente de nosotros, lo que es ajeno o extraño. Todo buen arte contiene precisamente eso: algo ajeno, algo que no podemos comprender del todo y que, sin embargo, al mismo tiempo comprendemos, en cierto modo. Alberga un misterio, por así decirlo. Algo que nos fascina y, por lo tanto, nos lleva más allá de nuestros límites y, al hacerlo, crea la trascendencia que todo arte debe contener en sí mismo y hacia la que debe guiarnos. No conozco una mejor manera para unir opuestos. Es exactamente el planteamiento inverso al de los conflictos violentos que vemos con demasiada frecuencia en el mundo, que se entregan a la tentación destructiva de aniquilar todo lo ajeno, todo lo único y diferente, a menudo utilizando los inventos más inhumanos que la tecnología ha puesto a nuestra disposición. Existe terrorismo en el mundo. Hay guerra. Porque la gente también tiene un lado animal, impulsado por el instinto de percibir al otro, al extranjero, como una amenaza para la propia existencia en vez de como un misterio fascinante.

Así es como la individualidad, las diferencias que todos podemos ver, desaparece, dejando tras de sí una uniformidad colectiva en la que cualquier cosa diferente es una amenaza que hay que erradicar. Lo que se ve desde fuera como una diferencia, por ejemplo, en la religión o la ideología política, se convierte en algo que hay que derrotar y destruir.

La guerra es la batalla contra lo que yace en lo más profundo de todos nosotros: algo único. Y también es una batalla contra el arte, contra lo que yace en lo más profundo de todo arte.

Aquí he hablado del arte en general, no del teatro ni de la dramaturgia en particular, pero es porque, como he dicho, todo buen arte, en el fondo, gira en torno a lo mismo: tomar lo completamente único, lo completamente específico, y hacerlo universal. Unir lo particular con lo universal al expresarlo de manera artística: sin eliminar su particularidad, sino acentuando esa particularidad, dejando que lo ajeno y lo desconocido brillen con fuerza.

La guerra y el arte son opuestos, al igual que lo son la guerra y la paz, es así de sencillo. El arte es paz.

(Traducción del inglés: Dorotea Zúñiga).

Jon Fosse (Haugesund, Noruega, 1959). Es escritor y dramaturgo. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 2023. Ha escrito novelas, cuentos, poesía, libros infantiles, ensayos y obras de teatro. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas. Es ampliamente considerado como uno de los más grandes dramaturgos contemporáneos del mundo. Jon Fosse: Lo desconocido existe eliminando las diferencias.