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PROTOTIPO
Me dijo: “Eres un sueño del que no quiero despertar”
entonces, yo también cerré mis ojos, despareciendo en la noche oscura.
Solo para amanecer atrapada en una capa de acero,
tratando de protegerme de cuánto oxidabas mi piel de metal.
Me dijiste que me amabas tal y como era.
Entonces ¿por qué tratabas de reparar mis piezas? cuando estaban en un orden perfecto.
Jugabas a ser un mecánico desatornillando cada parte de mi ser,
terminando por desconectar los cables que hacían funcionar mi corazón.
Desconfiguraste mi esencia,
me amoldaste a tu prototipo ideal.
Instalando nuevos miedos y preocupaciones,
apagando mis sentimientos para que cuide de los tuyos, como si de un robot se tratara.
Las fracciones que me formaron desde un inicio empezaron a caer,
deshumanizándome tanto al dejar mi dolor completamente al desnudo,
dejándome sentir como una máquina de tiempo limitado,
haciéndome creer que si renovaba mi sistema quizás ahí realmente me hubieras amado.
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KATRINA
La generalidad de las palabras es insuficiente para transmitirme lo que sientes
puedo sentirlo a través de tus manos, las cuales se aferran a mí en tiempos de oscuridad.
Buscando destapar los ríos emocionales, bloqueados por rocas grises
mientras ocultas tu cabeza en mi pecho sintiendo la brisa del mar,
expresándome tu miedo a no sentir porque sentiste demasiado alguna vez.
Pero dime ¿qué pasará cuando se acabe el verano azul,
cuando las hojas verdes cambien su color para secarse en un futuro invierno?
¿A quién acudirás en las temporadas donde el agua salada se torna dulce?
¿Quién te protegerá de las lluvias fuertes en otoño?
¿Podrás soltarme cuando el viento me lleve en su caja blanca a un lugar frío y lejano?
Seré impulsada fuertemente a una corriente opuesta a la tuya,
separándome completamente, abandonando un hijo del caos,
revolviéndonos la cabeza como el más fuerte huracán.
¿Podrás seguir regando los pétalos que abrazan tus arterias?
¿Dejarás de ingerir tus lágrimas en cada vaso de alcohol cuando las flores se marchiten?
combinando el vodka con el sabor amargo de tu dolor,
intensificando el nudo en tu garganta, provocándote ardor;
nudo que encierra tus sentimientos como viles prisioneros en la caja de tus costillas,
torturándote con todas esas emociones atrapadas en una celda de código indescifrable,
pidiendo ayuda a gritos, exigiendo una libertad con una fría actitud,
deteriorándote, pudriéndote lentamente,
tan incomprendidos, buscando la llave de un candado perdido.
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(Katrina fue un huracán que azotó la costa Este de los Estados Unidos en 2006; uno de los más destructivos en la historia.
Katrina también iba a ser mi nombre)
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EDÉN
Traté de escribir otro poema sin involucrar el amor,
un intento puramente fallido.
El amor se encuentra en cada esquina, en cada objeto.
Cada creación en este mundo fue hecha por alguien que alguna vez amó.
Creer que el amor está en todos lados es una pastilla difícil de digerir.
Tratas de internalizarlo con tanta fuerza,
que cada vaso con agua te consume hasta dejarte en sequía,
quedándote así sin lágrimas por llorar, sin nada que anhelar.
Enamorarte por primera vez es como recibir el brillo de un ángel.
Pero mientras más pasa el tiempo y éste envejece,
deja caer con cada roce las plumas de sus bellas alas,
preservando solo lo áspero, lo frío aferrado a los huesos de su espalda, impidiéndole volar.
Que ya no tengas alas no quiere decir que no puedas llegar al cielo.
Cuando el amor está presente ambos se enredan en el hilo rojo que los une.
Estarán en el jardín donde las rosas no tienen espinas,
sentirán caer sobre ustedes las hojas de los árboles en el edén.
No tendrán que viajar tan lejos y ocultar sus pecados para llegar al paraíso,
porque la cuerda del sentimiento en sus corazones los llevará al imperio.