Marguerite Duras (Saigón, Indochina francesa, 1914 – 1996). Su obra literaria cuenta con unas cuarenta novelas y una docena de piezas de teatro. Su trayectoria dramática fue reconocida en 1983 por la Academia francesa con el Gran premio del teatro. La destrucción, el amor, la alienación social, son palabras clave en la vida de Marguerite Duras que se detectan en toda su obra. Una historia tormentosa, de soledad y escritura, de palabras y de silencios, de deseos fulgurantes también.

Marguerite Duras: Un libro es el propio destino.

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Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Un escritor es algo que descansa, con frecuencia, escucha mucho. No habla mucho porque es imposible hablar a alguien de un libro que se ha escrito y sobre todo de un libro que se está escribiendo. Es imposible. Es lo contrario del cine, lo contrario del teatro y otros espectáculos. Es lo contrario de todas las lecturas. Es lo más difícil. Es lo peor. Porque un libro es lo desconocido, es la noche, es cerrado, eso es. El libro avanza, crece, avanza en las direcciones que creíamos haber explorado, avanza hacia su propio destino y el de su autor. Un libro abierto también es la noche.

Marguerite Duras (Saigón, Indochina francesa, 1914 – 1996). Su obra literaria cuenta con unas cuarenta novelas y una docena de piezas de teatro. Su trayectoria dramática fue reconocida en 1983 por la Academia francesa con el Gran premio del teatro. La destrucción, el amor, la alienación social, son palabras clave en la vida de Marguerite Duras que se detectan en toda su obra. Una historia tormentosa, de soledad y escritura, de palabras y de silencios, de deseos fulgurantes también. Marguerite Duras: Un libro es el propio destino.