Roberto Bolaño (Chile, 1953 - 2003) Escritor y poeta. Su obra literaria ha adquirido gran influencia literaria en los últimos años, sobre todo luego de su fallecimiento. Logró publicar un número considerable de obras, entre las que destacan “Los detectives salvajes” y “Estrella distante”. Sin duda alguna, una de las que más reconocimiento le ha merecido (aunque sea en forma póstuma), es la llamada “2666”.

Roberto Bolaño, Tal vez entonces, por azar, los poemas duelan tanto que serán una santa huevada.

TE REGALARÉ UN ABISMO (DIJO ELLA)

Te regalaré un abismo (dijo ella),

pero de tan sutil manera que sólo lo percibirás

cuando hayan pasado muchos años

y estés lejos de México y de mí.

Cuando más lo necesites lo descubrirás

y ese no será

el final feliz,

pero si un instante de vacío y de felicidad,

y tal vez entonces te acuerdes de mí,

aunque no mucho.

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LOS PERROS ROMÁNTICOS

En aquel tiempo yo tenía veinte años

y estaba loco.

Había perdido un país,

pero había ganado un sueño.

Y si tenía ese sueño,

lo demás no importaba.

Ni trabajar ni rezar

ni estudiar en la madrugada

junto a los perros románticos.

Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.

Una habitación de madera,

en penumbras,

en uno de los pulmones del trópico.

Y a veces me volvía dentro de mí

y visitaba el sueño: estatua eternizada

en pensamientos líquidos,

un gusano blanco retorciéndose

en el amor.

Un amor desbocado.

Un sueño dentro de otro sueño.

Y la pesadilla me decía: crecerás.

Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto

y olvidarás.

Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.

Estoy aquí, dije, con los perros románticos

y aquí me voy a quedar.

.

.

GODZILLA EN MÉXICO 

Atiende esto, hijo mío: las bombas caían

sobre la ciudad de México

pero nadie se daba cuenta.

El aire llevó el veneno a través

de las calles y las ventanas abiertas.

Tú acababas de comer y veías en la tele

los dibujos animados.

Yo leía en la habitación de al lado

cuando supe que íbamos a morir.

Pese al mareo y las náuseas me arrastré

hasta el comedor y te encontré en el suelo.

Nos abrazamos. Me preguntaste qué pasaba

y yo no dije que estábamos en el programa de la muerte

sino que íbamos a iniciar un viaje,

uno más, juntos, y que no tuvieras miedo.

Al marcharse, la muerte ni siquiera

nos cerró los ojos.

¿Qué somos?, me preguntaste una semana o un año después,

¿hormigas, abejas, cifras equivocadas

en la gran sopa podrida del azar?

Somos seres humanos, hijo mío, casi pájaros,

héroes públicos y secretos.

.

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SUCIO, MAL VESTIDO

En el camino de los perros mi alma encontró

a mi corazón. Destrozado, pero vivo,

sucio, mal vestido y lleno de amor.

En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.

Un camino que sólo recorren los poetas

cuando ya no les queda nada por hacer.

¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía!

Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar

por las hormigas rojas y también

por las hormigas negras, recorriendo las aldeas

vacías: el espanto que se elevaba

hasta tocar las estrellas.

Un chileno educado en México lo puede soportar todo,

pensaba, pero no era verdad.

Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían

unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,

el río del ser, el río del ser, el éxtasis

que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas.

Sumulistas y teólogos, adivinadores

y salteadores de caminos emergieron

como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.

Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.

Sólo el amor y la memoria.

No estos caminos ni estas llanuras.

No estos laberintos.

Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.

Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.

.

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*****

Después de muchos años y hoteles y poemas y dolores 

de cabeza, este hombre vuelve, por azar, a acostarse 

con la mujer que ama; y las piernas de esta mujer 

sin duda están maltratadas por las várices y algo rasposas 

de tanto depilarse, y también su rostro, piensa él, 

no es una flor en cuyos pétalos se sostengan

los cadáveres de tres abejas, sino un rostro blanco, 

con pecas, común y corriente; y la mira dormir 

y se da cuenta que todos los poemas que le escribió 

son una santa huevada, 

pero le duelen tanto, lo abren tanto, que no consigue hacer nada mejor 

que aferrarse a ese tronco pálido, palpitante, 

y ponerse a llorar, por él, por ella, 

por todos los jóvenes que en esos años estaban 

enamorados, pobrecitos.

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La poesía es un gesto de adolescente frágil, inerme, que apuesta lo poco que tiene por algo que no sabe muy bien qué es y que generalmente pierde.

Roberto Bolaño (Chile, 1953 - 2003) Escritor y poeta. Su obra literaria ha adquirido gran influencia literaria en los últimos años, sobre todo luego de su fallecimiento. Logró publicar un número considerable de obras, entre las que destacan “Los detectives salvajes” y “Estrella distante”. Sin duda alguna, una de las que más reconocimiento le ha merecido (aunque sea en forma póstuma), es la llamada “2666”. Roberto Bolaño, Tal vez entonces, por azar, los poemas duelan tanto que serán una santa huevada.